10.9.06

"Saco yo, Mauro"



Como si no bastara ya con la furia desnudista de la TV, podriamos decir que este es un exceso más de la nueva cultura posmoderna de la exposición casi infinita del ser, un desnudismo poco menos que snob al que no le falta nada, ya que permite imágen, sonido, y ahora también transmisión de pensamientos a traves de estas especies de aguafuertes electrónicas, con perdón del señor de jopo y mirada penetrante...
Es que las posibilidades que se presentan hoy al desprevenido "usuario" (que palabra chata, ordinaria, desaprensiva ¿no?), son tantas y tan variadas que ya no va quedando otra más que usarlas para no permanecer en un offside generacional de dos metros sin telebeam...
Es que, admitámoslo: los que hemos superado largamente la barrera de los 25, no nos terminamos de sentir nunca totalmente cómodos con las nuevas tecnologias webológicas, que se antojan escurridizas, abstractas y quizás inasibles, como un puñado de arena. Lejos del enorme joystick de la entrañable Dinacom (con el que sentiamos que realmente estabamos al comando de una de las naves Nodrizas de Invasión Extraterrestre), y ni que decir, de las inenarrables epopeyas de los fichines de un Texas o un Plaza (esto solo para platenses entendidos), los interminables laberintos del www nos hacen sentir a veces como auténticos imbéciles modernos perdidos en la vorágine de lo post, que encima se emperra en señalarnos una y otra vez como el infante más distraido es capaz de manejar estos monstruos virtuales con la misma sagacidad con la que el pibe "10" de nuestro barrio llevaba atada a la gastada Nº5 a cuadros rojos (¿rojos?) y blancos (¿blancos?).
Entonces señoras y señores, no va a haber otro remedio que adaptarse a lo nuevo, como viene haciendo el ser humano desde que inventó algo llamado cultura. Después de todo no puede ser tan malo algo que acerca a tantos seres de todo el mundo, que los conecta y los imbrica los unos con los otros, y que de alguna forma, cumple el sueño de viajar aunque más no sea con la imaginación o el sentimiento...pero...
...Que quieren que les diga, por más que hago el esfuerzo de entregarme mansamente a esta nueva "realidad" hay algo, una tozudez inexplicable, una vaho de romanticismo interno que aflora cual eructo, incontenible y desubicado si se quiere, pero innegable. Es que amigos, de alguna manera nuestra generación es esto, esa mezcla, esa hibridez casi histérica entre el empedernido romanticismo moderno y la atropellada alienación de lo actual, entre la lágrima derramada en el papel con limon y la frialdad del teclado insípido, en fin, entre la valoración de los momentos épicos y el galope incesante tras un mundo que siempre va delante de nuestras sueños más queridos...
Por eso este espacio definido como trinchera de resistencia para la imaginación. Un recipiente al que llenaremos (digo, entre todos), con esos pequeños retazos de dignidad que aún nos queda a los que no estamos quebrados (ya que no podemos desilusionarnos de una revolución que nunca vimos), pero que aún no vislumbramos de donde diablos saldrá esa luz que nos guiará un poco entre tanta confusión y velocidad. Es que si como dijo alguien por ahí,la velocidad mató al tiempo, nos nos quedará más remedio que calzarnos el casco e intentar pensar cada vez más rápido como salimos airosos de esta carrera, antes de que el tren de nuestras propias ilusiones y anhelos se descarrile para siempre en el campo de lo que nunca será.

1 comentario:

Unknown dijo...

Felicitaciones,aunque no concuerdo para nada con esa especie de carta de presentación....Dios ha muerto, ahora vamos por la muerte del Hombre, como presagiaba el amigo Michel...
"Humano, demasiado humano".
F. Nietzsche
www.elescupitajo.blogspot.com